ESCUELA
SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PUBLICA – ESAP

 

Francisco Mejía Yepes – Contador Público  – Conferencista

  “No se debe considerar que las finanzas
públicas … son una recopilación de fórmulas y conceptos que se repiten como
verdades eternas y que no ameritan discusiones, sobre todo si se tiene en
cuenta que la asignación de los recursos públicos es un acto político.”

Cesar Giraldo – Finanzas Públicas en América Latina.

Naturaleza y fundamentos de las finanzas públicas:

Concepto: Llamadas también Hacienda Pública, están constituidas por los recursos económicos recaudados y administrados por el Estado para ser devueltos a la población bajo la forma de servicios públicos y satisfacción de necesidades generales. Pretenden estudiar la forma en que se logran los objetivos del sector público y la manera en que son realizadas y controladas las transacciones que permiten alcanzar los fines del Estado.

El estado cumple una función social, por lo tanto sus fines deben estar orientados a la civilización y el progreso, valiéndose de los aparatos estatales, por ello el Estado debería permanecer inmutable ante la transformación política y no desviarse a los intereses particulares o clasistas.

El Estado deberá satisfacer las necesidades colectivas, independientemente de la capacidad económica de los asociados, por
lo tanto la ampliación de la red vial, la cobertura de salud o la defensa, deben orientarse únicamente bajo la premisa de la necesidad colectiva de vincularse a los centros productivos y de servicios, de asegurar la comunicación como elemento de calidad de vida de los asociados, de atender las regiones más vulnerables desde el punto de vista sanitario o desde el punto de
vista del conflicto social, respectivamente.

Mecanismos de intervención del Estado: Para cumplir con su objeto social el Estado utiliza mecanismos, los cuales se resumen en los postulados de la Hacienda Pública que establecen que la intervención del Estado debe atender cuatro funciones económicas:

– Asignación de recursos: consistente en la participación estatal en la provisión de bienes y servicios o en la orientación
del aparato productivo hacia los sectores de la producción requeridas por la economía en un momento histórico dado.

Formación de capital: Crecimiento económico impulsado por el crecimiento de los capitales humano y físico, y por el cambio
tecnológico dirigido por el Estado. El capital generado por los individuos particulares puede resultar insuficiente para el desarrollo de la economía colectiva y si la inversión impulsada por el ahorro queda en manos particulares, solamente el rico, capaz de ahorrar continuará su proceso de enriquecimiento, mientras que el pobre sería cada vez más pobre, dada su baja capacidad de ahorro y dado que la inversión privada buscaría el beneficio individual, mientras que la inversión pública debe permitir la rentabilidad social.

– Estabilización económica: Esta función está orientada a tres aspectos: aseguramiento del pleno empleo, prevención de
desajustes en los precios y equilibrio en la balanza de pagos. La estabilización se asocia con periodos de alzas en los precios, alternados con aumentos del desempleo, en sucesiones incontenibles.

– Distribución del ingreso y la riqueza: Las distorsiones en la distribución del ingreso debe ser neutralizada con una estructura
tributaria progresiva que grave a los individuos acaudalados y oriente el gasto social a los de menores recursos. Esta teoría no es compartida por todos los tratadistas y la polémica está aún planteada. La OEA[2] cuestiona duramente la capacidad del gasto público para mejorar la distribución del ingreso y sostiene que los impuestos progresivos no constituyen instrumentos eficaces de redistribución.

El principio de eficiencia de estos instrumentos, plantea que “cada instrumento debe emplearse en aquella meta para la cual es más eficiente”[3], por lo tanto en la distribución del ingreso, se utiliza el impuesto para transferir riqueza entre los diferentes sectores, mientras que en la estabilización económica puede utilizarse como regulador; en casos de inflación como instrumento contraccionista: incrementando impuestos, disminuyendo el gasto público y en casos de recesión como instrumento expansionista: revirtiendo dichas medidas.

En la formación de capital, la política fiscal debe coadyuvar a las soluciones en materia de empleo, dado el acelerado crecimiento de la fuerza laboral, buscando que la tasa de crecimiento del producto interno bruto crezca de manera que responda al crecimiento de la oferta de mano de obra.

RELACION PLAN – PRESUPUESTO

Para desarrollar las actividades que se imponen dentro del proceso de intervención del Estado con miras a alcanzar sus objetivos, se utilizan dos instrumentos básicos; los planes de desarrollo que establecen los objetivos y metas a cumplir en el
mediano y largo plazo, fijando estrategias, políticas y medios para lograrlos, y los presupuestos anuales, a través de los cuales se asignan recursos para lograr la ejecución de los programas y proyectos contenidos en los planes de desarrollo.

La planificación es un proceso que tiene por objeto conseguir el máximo beneficio de las alternativas existentes para lograr un objetivo específico. Esta planificación deberá inspirarse en principios fundamentales de validez general, sin los cuales es imposible lograr que el plan se concrete en resultados, estos principios son:

Racionalidad. La planificación debe atender al logro de metas necesarias para el desarrollo de la comunidad pero que sean susceptibles de cumplirse a partir de los recursos disponibles.

Previsión: Impone a la planificación la obligación de atender a diversos escenarios de tal manera que se potencialice el aprovechamiento de las oportunidades y fortalezas y se minimice el impacto de las debilidades y amenazas.

Universalidad: Coherente con el principio de previsión, la planificación deberá cubrir todos los posibles frentes que originarán impacto en la comunidad.

Unidad: Frente a los problemas de una misma comunidad deberá realizarse un solo proceso de planeación de tal manera que los esfuerzos de las diferentes organizaciones no se desarrollen de manera aislada, sino que se produzcan mediante la sinergia de los distintos esfuerzos.

Continuidad: El proceso de planeación deberá considerar estrategias, planes y programas que permitan alcanzar la solución completa de los problemas diagnosticados.

Flexibilidad: Sin embargo, deberá conservar la planeación, la posibilidad de hacer los ajustes necesarios para aprovechar las situaciones positivas o neutralizar las situaciones negativas que se presenten de manera inesperada.

A partir de un adecuado proceso de planificación se podrán cuantificar los recursos necesarios para su aplicación y puesta en ejecución. Dado que dichos recursos son escasos, habrá necesidad de establecer una priorización que originará una distribución
en el tiempo de las inversiones necesarias para alcanzar los objetivos del plan. Esta cuantificación se traduce en los presupuestos plurianuales de inversión y en los presupuestos anuales de ingresos y gastos.


[1]
Restrepo Juan Camilo, Hacienda Pública,
Universidad Externado de Colombia, Editorial D’Vinni, Bogotá, 1996, p. 16.

[2] OEA, La política tributaria en cuanto
determinante de la distribución del ingreso
, Documentos y conclusiones de
la III conferencia interamericana sobre tributación, México, 1972.

[3] Low
Murtra Enrique, Gómez Ricardo Jorge, Teoría
Fiscal
, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1997.

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